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lunes, 23 de junio de 2008

II Marcha Geomadrid 2008 (Soto de Viñuelas)

Dificultad: media-alta (por la distancia).
Fecha: 22 de junio.
Hora de salida: 9.00.
Punto de partida y de llegada: estación de Cercanías de Tres Cantos. Distancia: 30 kilómetros

Vamos que me lo pusieron a huevo, me llevaron la Salida y la Meta a la puerta de casa ¿qué mas se puede pedir?
Ya he participado en alguna marcha organizada por Corricolari y AireLibre y la verdad es que lo hacen muy muy bien. Eligen rutas agradables, las señalizan perfectamente, avituallamientos generosos y gente muy simpática.
Esta vez el recorrido era de unos 36 kilómetros, por el recorrido de los 100 kilómetros en 24 horas del fin de semana pasado. La salida desde Tres Cantos, bordear toda la finca de Viñuelas, aparecer por San Sebastián de los Reyes y volver a Tres Cantos por el cementerio de La Paz, carril bici, hotel Foxa y de nuevo a la estación.
Este mismo recorrido lo hice hace un mes aprox. con Salva-je pero con su planteamiento de caminar en las subidas y trotar en llanos y bajadas y a las 2 de la tarde estábamos estirando en el gimnasio. Esta vez el planteamiento era distinto, solamente caminar, al paso que tú decidas, pero caminar.

Dentro del grupo hay gentes de todo tipo, varias camisetas de Medias Maratones, muchos Kalenjis, gente mayor con muy buena pinta, paseantes, andarines, etc... Salimos desde la estación hacia el polideportivo Laura Oter y ya bajando se empieza a estirar "la culebrilla" y sin querer me encuentro entre los 10 primeros. Salimos hacia Soto de Viñuelas y cuando me cruzo con Antonio "el largo" y con Fernando que volvían en bici, sin querer voy con el grupo de cabeza, entre los 5 primeros y así me mantuve hasta el final, con un ritmo de caminar al límite con el trote suave.

En uno de los avituallamientos perdimos a uno de los 5 componentes, un señor de unos 65 - 70 años que nos aguantó pero tenía molestias en una rodilla y bajó el ritmo. Terminamos los 4 juntos, dos chavales de Colmenar, otro de Rivas y yo, a las 3 y pocos minutos estábamos de nuevo en la estación de Tres Cantos, foto de grupo, un buen rollo impresionante y por la tarde cansancio, que caminar también cansa.

Subo un par de fotos que encontré de los 100 kilómetros en 24 horas, aparecen Salva-je y Julián:

miércoles, 18 de junio de 2008

Pereza

Con el calor me ha llegado también la pereza y me cuesta escribir en el blog. Además, cuando se trata de trasmitir buenas nuevas, rápido saca uno ganas de donde no las hay y se pone al teclado, pero no he tenido nada bueno que contar y para relatar penas, ya tiene cada uno las suyas.

Un repaso rápido ya que no he vuelto a escribir desde la Liberty Seguros:
El siguiente domingo quedamos para entrenar los 100 kilómetros, por las dehesas de Colmenar, un recorrido de unos 30 kilómetros que sale de Tres Cantos por la estación de Renfe y por el arroyo (desconozco su nombre) sube hasta el cementerio de Colmenar Viejo, sales por el polígono ¿La Mina? y vuelves a Tres Cantos por la valla de El Pardo. Un recorrido muy bonito, 90% de tierra, con piedras y rocas, subidas, bajadas, grietas, arroyos y ..... Mariano. Que nos esperaba en Colmenar para bajar con Salva-je y conmigo e impuso un ritmo que para Mariano y Salva-je era un trote cochinero y para mi era sprint ¿cuando aprenderé a controlarme y a mantener mi ritmo?.
Consecuencia: tropezones varios, torceduras varias y lesión en un músculo que desconocía que venía en mi cuerpo: el sóleo, une la parte inferior del gemelo con el tendón de Aquiles. La semana entera sin correr, cuidando a tope mi sóleo, lunes y martes vendado y con dificultad para caminar, Bexidermil por un tubo y el resto de semana mejoría progresiva.
Evidentemente el sábado no tenía yo el cuerpo para meterle 100 kilómetros pero quise estar en la salida con Salva, conocer a su compañero del año pasado: Julián y hacer con él los 35 kilómetros que unen Colmenar con Manzanares y vuelven a Colmenar, el comienzo de los 100 kilómetros. Mariano acompañó a Salva-je y yo a Julián, tardando una hora y cuarto más en hacer el mismo recorrido, haceros una idea del "trapo" al que corría Salva-je.

Finalmente, Salva-je terminó sus 100 kilometrazos en 14 horas, a las 2 de la mañana, bajando una hora y media aprox. su tiempo del año pasado, motivo por el cual, he decidido premiarle con su nuevo mote: Salva-je y propondré al ayuntamiento de Tres Cantos erigir un monumento en su honor en la plaza mayor. ENHORABUENA campeón, eres una máquina de hacer CIENES.

domingo, 25 de mayo de 2008

Una "tirada larga"


Me propuso Salva -nuestro ultrafondista- hacer un par de tiradas largas para preparar los 100 kilómetros de Corricolari, una este fin de semana, el siguiente la carrera de Liberty y el siguiente fin de semana otra tirada larga.

Salimos el sábado a las 9 de la mañana, dirección Soto de Viñuelas para bordear tooooooooooda la tapia del Castillo de Viñuelas, aparecer por San Sebastián de los Reyes a la altura del polideportivo de la Dehesa Boyal, bordearla y volver a Tres Cantos, dicho así parece una barbaridad ..... y lo es.

Hace un par de años lo hice en bici de montaña con Antonio (el largo) y ya me costó un huevo terminarlo. Y esta vez hicimos lo mismo pero sin ruedas, solo con piernas.

Sales con ilusión, con chubasquero que no nos hizo falta porque hice un día espléndido para correr, unos geles de glucosa y con idea de caminar rápido y trotar. El camino tenía bastante barro y en algunos tramos parecía patinaje artístico aunque no lo fuera, yo calzaba unas NewBalance de trail que agarran bien, pero agarran todo el barro posible en sus gruesas ranuras y no lo sueltan las muy ..... y pesaban 5 kilos cada zapatilla pero no fui al suelo. Salva llevaba sus Asics Gel Cumulus que resbalaban bastante mas, pero como Salva pesa poco y levita sobre el suelo, no tuvo problema y no se hundía en el barrizal.

Repostaje en el polideportivo de la Dehesa, un gel, mucha agua, estiramientos y para casa, que como decía Salva: "la tenemos enfrente" a medio millón de kilómetros pero justo enfrente. La gente nos miraba raro, nuestras caras debían decir que llevábamos un porrón de kilómetros y las zapatillas cubiertas de barro eran un espectáculo.

Subidas, bajadas, trotes, caminatas y aparecimos en el Cementerio La Paz de Tres Cantos y atajamos para que Salva llegase a comer pronto con la familia, a las 13:30 entraba en el gimnasio a estirar. La tarde la pasas curiosa, me dolían hasta las uñas pero sin quejarme porque ya sabes la respuesta: "lo haces porque quieres, ahora te j....". Terminas jodido pero contento por aguantar burradas como estas.

martes, 13 de mayo de 2008

Pensando en los 100

Ya va pasando el cansancio del Mapoma, continúo sin ganas de repetir la hazaña y todavía me suena fatal cuando me hablan del maratón del año próximo, ayer mismo Gabriel me propuso hacer dos maratones el año que viene: Valencia y Madrid y no tuve tiempo ni de pensarlo, mi cuerpo reaccionó bruscamente y dijo NO.

Sin embargo, me permite plantearme ya los 100 kilómetros en 24 horas (14 de Junio), que suena a mucho pero tienen un estilo radicalmente distinto a los maratones y demás carreras. Se trata de caminar, lo rápido que tu cuerpo te permita, trotar en las pendientes y descansar cuando te apetezca, parar en los polideportivos y terminarlo en unas 20 horas.

El año pasado tuve el honor de acompañar a Salva durante un buen tramo, pero abandoné porque era durísimo, Salva iba demasiado rápido y me dolía la rodilla desde una bajada radical que hay cerca de Manzanares. Hice 53 kilómetros con el y es la única carrera en la que me he visto obligado a abandonar, eso te deja una espinita que este año tengo que sacar. Este año que Salva vaya a su ritmo y yo lo haré bastante mas despacio.

Aquí os dejo un plano del recorrido para animar a los que estén indecisos a inscribirse y como no, para que los que estéis ociosos ese fin de semana, vengáis a acompañarnos:

http://www.corricolari.eu/corri/eventos/100km24h/2008/documentos/rutometro_2008.pdf

domingo, 10 de junio de 2007

Y no pudo ser, no pude terminarla


No sé como contar esto, si como un triunfo o como un auténtico fracaso porque tiene parte ambas cosas.

Un triunfo de lo lógico y razonable, tuve que abandonar en el kilómetro 52 porque mi cuerpo se estropeó, mi rodilla izquierda dejó de funcionar por mil motivos: por falta de entrenamiento en terrenos pedregosos, con grietas y unos toboganes de espanto, por la mala elección de las zapatillas ya que utilizé las que mejores resultado me han dado en las medias maratones, pero han sido demasiado blandas y han permitido que el terreno me destroze las plantas de los pies. Por una bajada de vértigo que hicimos a todo trapo, sin freno de mano al llegar a Manzanares el Real, tan empinada que no podías retener tu cuerpo y tenías que dejarte caer y el suelo tenía grietas, saltos y piedras, creo que ahí me jo....robé la rodilla.

También quiero creer que fué un triunfo conseguir hacer 52 kilómetros de un terreno que nunca antes había pisado, yo soy de camino lisito y asfalto y ayer me planté en cminos de cabras tipo raid y no estoy preparado para eso. Me confesaba Salva en las muchas horas que compartí con él, que cuida sus pies remojándolos habitualmente en agua con sal, que corre por estos mismos caminos habitualmente y que hace tiradas largas por estos caminos para fortalecer sus articulaciones y habituarse a pisar mal, subidas arenosas y bajadas con 35 grados de inclinación, auténticas rompepiernas.

Y también fue un fracaso estrepitoso, quería seguir corriendo en las bajadas y me dolía cada vez más la rodilla, el ligamento cruzado anterior no me dejaba seguir, podía caminar con bastante dolor, las subidas no dolían nada pero las bajadas eran un infierno, dolor del bueno. Llegué al Polideportivo de Colmenar Viejo con dolores soportables, se nos había unido Ismael, un chaval de Esquivias (Toledo) que corría su 5ª prueba de 100 kilómetros en 24 horas y este año haría su 22º Marathón. Me distraje escuchándole y llegué al polideportivo sin pensar en la rodilla.

Descansamos 25 minutos en Colmenar, kilómetro 35 del recorrido, dos sandwich que me llevó Bego, los pies metidos en el lavabo, cambio de calcetines, más vaselina, cambio de camiseta y arreando. Pero mi dolor iba a peor y cada vez que intentaba trotar se me descomponía el cuerpo, las bajadas eran un infierno y veía que iba a retrasar a Salva. Bego, mi mujer venía con nosotros, quería hacer (y los hizo) los 18 kilómetros que separan Colmenar de Tres Cantos y viendo que no podía ir con Salva, le dije que continuase él y nos despedimos con un abrazo y alguna lagrimilla que se me escapó, fué lo peor, sentir que dejas a tu compañero y darte cuenta de que no vas a terminar, que tu ilusión se vá a la mierda y aquello que pensabas conseguir, se aleja con Salva. Me dijo: te dejo porque está Bego, que sino .... y se fué. Sería el kilómetro 42 y desde ahí, bajamos el ritmo, las bajadas me dolían una barbaridad, pero llegamos a Tres Cantos y "fin de trayecto" a las 8 de la tarde en casa, dolido, cabreado y escarmentado.

Desde que empiezas a notar que el cuerpo va mal, vas pensando en mil posibilidades, causas, opciones, consecuencias, vendas, masajes, .... y reflexioné mucho, saqué conclusiones. Creo que no preparé esta prueba adecuadamente, ni tan siquiera la preparé, que soy hombre de asfalto y no de tierra, que no valoré su dureza y me confié, que tal como terminé con solo 52 kilómetros no hubiera conseguido los 100, tengo dos ampollas, una en cada pie, me duelen las ingles y por supuesto la rodilla. No sé como habrá terminado Salva, pero yo hice la mitad y me dolió. Le llamé un par de veces y la última, a las 11:30 salía ya del polideportivo de San Sebastián de los Reyes, duchado y cenado y a falta de los 25 últimos kilómetros.

Otras pruebas las terminas pensando en repetir el año próximo y hacerlo mejor, pero de momento, esta no quiero repetirla, me ha dejado un mal sabor de boca, amargo, quizá pasen dos dias y quiera volver a hacerla, pero de momento no quiero ni mencionarla. Doy las gracias a los que me llamaron en algún momento del recorrido, gracias Ismael, Mariano, Arjan, al menos ese minuto te distráen y te inyectan ánimo, os debo una.