
No pensaba ir, lo juro, pero Salva insistió, me convenció y tenía sus ventajas, podíamos aprovechar para ver a mi suegro, a mis cuñados, a mis padres y a mi hermana, vamos que de un solo viaje corro y veo a toda la familia, pues allá que hemos ido, mis hijos son unos santos que se han levantado a las 8:30 de la mañana un día de fiesta y han protestado "poco".
Vale, voy a correr pero es mi primera carrera después de la lesión del hombro, llevo dos semanas entrenando, no conseguí dorsal, por tanto he ido de invitado gorrón, pero solo tengo intención de correr la primera vuelta, diez kilómetros y me paro, me sirve de entrenamiento y para ver como me funciona el cuerpo después de la lesión, todavía no he decidido si estaré en condiciones de correr el Maratón de Madrid.
El caso es que en el kilómetro dos me he percatado de que llevaba justo delante de mí a los tres corredores que me llevaron a meta en un tiempo inmejorable en la Media Maratón de Móstoles, les he saludado y me he quedado con ellos, a un ritmo cómodo, pronto Manolo se ha distanciado, luego el primo de Paco y yo me he quedado con Paco, tan ricamente y hemos terminado en 1:40 un tiempo muy majo. Les deseo lo mejor para su próxima hazaña, la Maratón de Sevilla, que dicen que es llanita y suave.
Woody la ha terminado en 1:12, Javy unos segundos más, el Corsario 1:24 y Salva en 1:28, la madre que los parió, que rápidos son.

