Cena fin de año de corredores, estacazo al canto, copas de garrafón del bueno, bailar y ........ hasta el amanecer y fiesta sin conocimiento. Con la pasta que sobra "el corsario" decide comprar un décimo de Navidad y toca el reintegro, se reinvierte para "el Niño" y ahí tenéis el décimo:
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