Recuperado y poniéndome a tono

El finde pasado bajé al Trofeo José Cano de Canillejas, más que nada porque daban la salida a las 11:30 de la mañana y no había que madrugar. Me insistieron mis compañeros Luis y Lorenzo y allá que fuimos. La mala fama precede a esta carrera: es cara, carísima para lo mal organizada que está y la mierda de camiseta que dan, pero como está homologada, la gente va a hacer tiempo para los cajones de la San Silvestre Vallecana y la corren 5 ó 6 mil personas todos los años.

Salimos muy atrás y mis compañeros salieron haciendo "slalom", con lo que eso desgasta. En el kilómetro 3 les dije que se olvidaran de mí y que tirasen ellos, que prefería agonizar yo solo. Me puse a un ritmo más cómodo y me acoplé con una tricantina del Oasis, con Marta, y terminamos en 48 minutos, muy ricos.

Este finde nos habíamos apuntado a Madrid corre por Madrid, 10 kilómetros que partían de El Retiro y hacen un recorrido muy visto, pero muy vistoso .... por el centro de Madrid, Puerta del Sol, Cibeles y Atocha. El recorrido merece la pena, me encanta que corten calles para correr, es una sensación fabulosa. La única queja pudo ser, que éramos demasiado y no cabíamos por Sol, ni por la callejuela que nos metieron en Ópera, demasiado estrecha.

Disfruté por el recorrido y por la compañía, gente nueva, savia nueva, que aportan frescura a esto de las carreras populares, porque siempre solemos ser los mismos, correr con ansia, pendientes del tiempo y no del disfrute. Pero eso cambia en el momento que aparece alguien nuevo (y más si son féminas) y piensas más en ellas que en tu tiempo. Eso pasó ayer, que vinieron Vanessa y Yolanda y parecía su primera carrera, estaban ilusionadísimas y nos contagiaron. Esa sensación es muy positiva, gracias chicas.

Sin necesidad de horas de entrenamiento, ni series de mil, hicieron una gran carrera, sufrieron pero llegaron en poco más de 50 minutos, Luis le sirvió de rutómetro a Vanessa, cantándole las subidas, las curvas, los ritmos, .... y Kike y yo apoyamos a Yolanda hasta que insistió en quedarse sola. Terminaron muy contentas y nos aportaron ilusión también a nosotros.

Nos reunimos al final y a celebrarlo a El Brillante a Atocha a zamparnos un buen bocata de calamares: VER LAS FOTOS