martes, 18 de enero de 2011

Mapoma 2010

Este texto lo tenía sin publicar desde el día 10 de mayo que lo escribí y como esto pretende ser un diario, lo publico ahora, aunque sea tarde:

La eterna duda me invade: ¿lo dejo ya o intento seguir con el blog, otro año más?. He dejado pasar meses sin hacerle ni puñetero caso y no siento culpa alguna. Coincide con los meses estivales en los que entro en letargo deportivo y hay poca cosa que contar, pero me he dejado cosas en el camino que quiero plasmar en este blog, para poder utilizarlo en el futuro como álbum de recuerdos, por eso lo retomo y lo mantendré activo mínimamente, agonizante pero cumpliendo su misión de "diario de un corredor". Por cierto, recomiendo visitar un blog de un compañero de fatigas, que lo actualiza más y mejor que yo, su blog es: diario de un corredor paquete.


No es casualidad que el blog se detuviera en Abril y desde entonces no haya sido capaz de poner ni una "letrica". Se debe a una mala experiencia deportiva que no he sabido enfocar y comentar antes.


Hablo del Mapoma 2010, el Maratón Popular de Madrid, de 42 kilómetros y 195 metros. Un maratón que todos los corredores lo reconocen como muy duro y exigente. Este era mi segundo maratón, lo entrené animado por mi compañero Juanjo, que corría su primer Mapoma. Nos apuntamos a los entrenamientos de Mapoma en la Casa de Campo, pero me quedé corto de entrenamiento. Llegué muy justo, con el mínimo que nos ponían en los planes y eso pasa factura. Además amaneció un dia excesivamente caluroso y fué muy duro, para no quedarme corto: fué un infierno. Terminé muy cansado y casi deshidratado, pero terminé gracias al apoyo de Yolanda, Vanessa y Juanlu, que me acompañaron Yolanda desde la Puerta del Sol y Vane y juanlu desde la rotonda de la Mahou. Me cogían agua en los avituallamientos, me daban ánimo y consejos que yo ignoraba por el ansia de terminar.


Un tramo caminando antes de llegar a Atocha, pero reviví y volví a trotar. Entré en El Retiro exhausto y Yolanda fué mi gran apoyo en meta. Prometí que sería el último maratón y cumpliré. Es una situación límite para un corredorzucho de mi nivel. Tendría que prepararlo mucho para no sufrir tanto y hay cientos de motivos por los que no entreno más. Motivos tan importantes en mi vida, o más, que el maratón. Queda comprobado que la distancia correcta para que pueda seguir disfrutando de este deporte, son los diezmiles.


De Yolanda, tengo que volver a agradecerle su apoyo, la cantidad de kilómetros que hizo conmigo, la paciencia que tuvo, el rato que me acompañó en meta hasta que me recuperé, .... que tía más grande. Y lo demostró conmigo y en su tierra, la semana siguiente hizo el Maratón de Vitoria y quedó cuarta fémina. ¿Es grande o no?


En positivo saqué mañanas de domingo entrenando en la Casa de Campo, gloriosas, entretenidas, variadas. Un gran compañero de fatigas: Oscar. Y otra medallita de Mapoma. Pero no mereció la pena el esfuerzo tan grande. Este fué mi segundo y último maratón.

Un video de la entrada de Yolanda en Vitoria:

Con sus sobrinos, cuarta mujer y en 3:22, toda una campeona.



1 comentario:

OSCAR dijo...

Dany, me acabas de emocionar viendo tu crónica. Al igual que tú en mi segundo Mapoma y tras una mala experiencia, me quedo con lo mejor que fue el conocerte subiendo Esgaravita en ls etrenos dominicales. Eso sí, debo ser más inconsciente y este año voy a volver a intentar acabar mi tercer Mapoma conel objetivo de sufrir lo menos posible. El cronometro me da igual.